Hace varios meses, cogí de la biblioteca el libro de «También esto pasará» para analizarlo y dar mi valoración. Por eso esta reseña es un poco distinta a las demás. Aún así, ¡espero que os guste!.
– Título: También esto pasará.
– Autor: Milena Busquets.
– Editorial: Anagrama.
– ISBN: 978-84339978-8-3.
– Fecha de publicación: 2015.
– Encuadernación: Tapa blanda.
– Páginas: 172.
– Precio: 16,90 euros.
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- Sobre la autora.
Milena Busquets es una escritora catalana (aunque escribe en castellano), hija de la editora Esther Busquets. Su primera novela titulada “Hoy he conocido a alguien” (2008) no tuvo mucho éxito de ventas pero su segunda novela “También esto pasará” (2015) se convirtió en un fenómeno en la Feria de Frankfurt de 2014. Actualmente, es traductora de inglés y francés al castellano y trabaja como periodista.
- Sinopsis.
Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: «También esto pasará.» Y la madre añadió: «El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad.»
Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la pérdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca, quien afirma: «La ligereza es una forma de elegancia. Vivir con ligereza y alegría es dificilísimo.»
- Opinión personal.
Antes de nada quiero aclarar que la autora escribe el libro como homenaje a su fallecida madre. Creo que es un dato importante para entender mi opinión y el libro en general.
Blanca es una mujer de 40 años que tiene dos ex maridos, Óscar y Guillem, dos hijos, Édgar y Nico (uno de cada ex marido) y mantiene una relación esporádica con un hombre casado, Santi. Su madre fallece y entra en un profundo estado de depresión. Sus familiares y amigas más cercanas (Sofía y Elisa) la convencen a pasar el verano en Cadaqués, pueblo donde su madre está enterrada y donde pasaba con ella las vacaciones de verano cuando era niña. Una vez en Cadaqués, piensa en ir al cementerio a ver a su madre, pero entre idas y venidas de sus exmaridos, amigos y su amante, nunca llega a dar el paso. ¿Será capaz algún día de darlo?.
La novela está narrada en primera persona, mediante un narrador protagonista. Todo está contado desde el punto de vista de Blanca. Una elección acertada puesto que no hay manera más directa de entrar en el cerebro del protagonista que leyendo directamente su propia mente. Cuenta todo lo que piensa y siente de su vida pasada y actual y de sus seres más cercanos: su madre, su padre, sus relaciones con sus exmaridos, sus hijos y sus amigos. A veces habla de manera sencilla y fina, y otras veces usa un lenguaje soez. No tiene nada claro y suele actuar de manera infantil. De hecho, ella misma lo dice “Soy un fraude de adulto, todos mis esfuerzos por salir del patio de recreo son estrepitosos fracasos.”.
Llegamos a conocer a la madre de Blanca gracias a los sentimientos de su hija. Es un personaje sincero, que cambió debido a su enfermedad. El miedo a la enfermedad de su madre hace que Blanca busque métodos para demostrar que sigue viva y lo hace a través del sexo (aquí el carpe diem). La relación madre e hija fue buena y mala a la vez. Dependía mucho del momento y del estado de ánimo de la madre.
Voy a hablar un poco sobre los personajes secundarios que son más relevantes en la vida de Blanca. Sus dos amigas, Sofía y Elisa, son las mejores amigas de la protagonista. Sofía es el típico personaje extrovertido y con ganas de conocer a gente nueva. Elisa, en cambio, es la típica mujer seria que se deja influenciar por la pareja. A pesar de ser personajes estáticos, aportan interés en la historia. Sus hijos, Édgar y Nico, se mencionan muy poco. Solo sabemos como son físicamente y poco más. En cambio, cuenta por encima la relación que tiene y ha tenido tanto con sus exmaridos, Gillem y Óscar, como con su amante, Santi. Es necesario para el desarrollo de Blanca pero no entra en muchos detalles, por eso no empatizas con ninguno.
El tiempo de narración y el tiempo de la historia concuerda y el ritmo de la obra es adecuado y moderado. El libro transcurre en varias semanas pero viaja y hace muchas referencias al pasado, siempre uniéndolo todo con el presente (necesario para entender los sentimientos de la protagonista).
El tipo de lenguaje empleado suele ser sencillo y formal, pero hay veces que cambia a un lenguaje soez, sobretodo cuando hace referencia al sexo o a cualquier cosa que le parezca a la protagonista desagradable. Abusa mucho y le quita placer a la lectura.
El estilo es subjetivo, toda la obra está inundada por los pensamientos de la protagonista.
Puede que algunos lectores se sientan identificados con Blanca y conecten con la protagonista de manera muy cercana, sobretodo el sector femenino y gente que haya perdido a algún familiar o amigo muy cercano. Otros lectores, como me ha pasado a mi, no conectarán, solo leerán una historia más de pérdida. Aún así, esta lectura nos recuerda que todo llegará, todo tiene un fin y que es muy importante disfrutar el momento.
Todo esto pasará es un libro sencillo y rápido de leer. La autora se ha centrado tanto en transmitir sus propios pensamientos a través de la protagonista, que hay veces que desconectas porque no llegas a compenetrar del todo con el personaje. Milena ha contado una historia sobre sus sentimientos, que a pesar de ser triste, dura y sentimental, no aporta ninguna sensación nueva.